Teoría de la Ansiedad del Triple Sistema de Respuesta de Lang 

La ansiedad no es una sola cosa. No es únicamente un pensamiento, ni exclusivamente una reacción corporal o un impulso de evitar. En 1968, Peter J. Lang propuso un marco que sigue siendo sorprendentemente útil para la clínica actual: la Teoría del Triple Sistema de Respuesta, según la cual la ansiedad se expresa en tres dominios que pueden estar sincronizados… o no:

  • Sistema cognitivo-subjetivo: lo que piensas, imaginas y sientes de forma consciente.

  • Sistema fisiológico-vegetativo: lo que ocurre en tu cuerpo (autonómico, visceral, somático).

  • Sistema conductual-motor: lo que haces (o evitas) y cómo te mueves/te expresas.

Comprender estos tres niveles permite evaluar mejor la ansiedad y elegir intervenciones específicas para cada dominio, en vez de aplicar un único “paquete” de técnicas a todo el mundo.

1) Los tres sistemas, en detalle

1.1. Sistema cognitivo-subjetivo

Reúne la experiencia interna: pensamientos automáticos, imágenes mentales y emociones declaradas. Por ejemplo, anticipar “me va a salir mal”, imaginar que los demás me juzgan, o rotular como “miedo intenso” lo que estoy sintiendo. En terapia, este dominio suele abordarse con técnicas de Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), entrenamiento en identificación de distorsiones y desarrollo de un lenguaje interno más ajustado a los hechos. Puedes profundizar en la perspectiva cognitiva clásica en este artículo sobre la terapia cognitiva de Beck.

1.2. Sistema fisiológico-vegetativo

Aquí viven las respuestas automáticas del cuerpo: taquicardia, cambios respiratorios, temblor, sudoración, tensión muscular, sensaciones gástricas o vértigo. A veces emerge antes de que te des cuenta del pensamiento que lo acompaña. Intervenciones como mindfulness o el entrenamiento en coherencia cardíaca ayudan a modular esta activación y a relacionarte con ella sin pánico. Si te interesa aplicar mindfulness en problemas concretos, mira también mindfulness y prevención del burnout o mindfulness para el tratamiento del TOC.

1.3. Sistema conductual-motor

Es lo que se observa: evitar un ascensor, posponer una reunión, buscar “conductas de seguridad” (llevar siempre agua, llamar a alguien, sentarte cerca de la salida). Este dominio se trabaja con exposición gradual, ensayo conductual, habilidades sociales o prevención de respuesta. La exposición se integra muy bien tanto con TCC como con abordajes experienciales, por ejemplo desde la Terapia Gestalt, cuyo foco en el aquí-y-ahora facilita identificar qué haces para evitar y cómo puedes atravesarlo de forma segura.

2) Desincronía: cuando los sistemas no van de la mano

Lang subrayó algo crucial: los tres sistemas no siempre cambian al mismo tiempo. Puedes afirmar “estoy bien” (cognitivo bajo) mientras tu pulso está alto (fisiológico alto) y sigues evitando (conductual alto). O, al revés, puedes haber dejado de evitar (conductual bajo) aun notando mariposas en el estómago (fisiológico moderado). Por eso la evaluación y el seguimiento deben ser multidimensionales.

Una lectura útil para ubicarte en el mapa general de la ansiedad es diferencias entre miedo, ansiedad y fobias y este resumen de teorías relevantes sobre la ansiedad.

3) Evaluación por sistemas: cómo “fotografiar” tu perfil de ansiedad

Una evaluación informada por el triple sistema suele incluir:

  1. Cognitivo-subjetivo: autoinformes, registro de pensamientos, imágenes intrusivas, creencias de amenaza y control.

  2. Fisiológico: monitorizar frecuencia cardíaca, respiración, tensión, conductancia de la piel o, al menos, un registro detallado de sensaciones y sus disparadores. Recursos introductorios sobre la relación corazón-respiración: coherencia cardíaca y la intuición del corazón.

  3. Conductual: jerarquías de exposición, hitos de evitación/afrontamiento, frecuencia de “conductas de seguridad”.

En la práctica clínica se combinan entrevista, autorregistros y observación. Si predominan síntomas de pánico/agorafobia, te será útil revisar agorafobia y este caso divulgativo de tratamiento paso a paso: “Volver a salir”.

4) Del modelo a la intervención: elegir la técnica adecuada para cada sistema

4.1. Intervenciones para el sistema cognitivo-subjetivo

  • Reestructuración cognitiva y diálogo socrático (identificar y cuestionar interpretaciones catastrofistas). Base: TCC; visión clásica: Beck.

  • Entrenamiento atencional y mindfulness para relacionarte con pensamientos y emociones sin luchar con ellos: mindfulness.

  • Procesamiento de memorias perturbadoras cuando hay anclajes traumáticos o disparadores muy sensibles, con EMDR, su neurobiología y el Modelo PAI. Una aplicación específica: EMDR en la ansiedad.

4.2. Intervenciones para el sistema fisiológico-vegetativo

  • Respiración diafragmática y coherencia cardíaca para modular la variabilidad cardiaca y el arousal: guía práctica en este artículo.

  • Relajación muscular progresiva y atención a señales viscerales para desactivar círculos de retroalimentación (p. ej., prestar atención a palpitaciones sin catastrofizarlas; ver miedo a las extrasístoles).

  • Mindfulness interoceptivo para distinguir sensación vs. significado: mindfulness.

4.3. Intervenciones para el sistema conductual-motor

  • Exposición gradual (en vivo, imaginación, interoceptiva) con prevención de respuesta/seguridad.

  • Entrenamiento en habilidades (p. ej., hablar en público, asertividad) y ensayo conductual.

  • Trabajo experiencial para sostener emociones difíciles en el presente (enfoque Gestalt).

5) Perfiles de ansiedad frecuentes (y cómo se tratan)

5.1. Pánico con agorafobia: fisiología alta, evitación alta

Perfil típico: monitorización corporal excesiva, miedo a sensaciones (taquicardia, mareo), huida de lugares con “salida difícil”. Recurso: agorafobia y el caso “Volver a salir”.

Plan: psicoeducación; coherencia cardíaca y respiración; exposición interoceptiva (provocar sensaciones de forma segura); exposición en vivo escalonada; reestructuración de creencias de catástrofe; si hay memorias traumáticas asociadas, integrar EMDR.

5.2. Ansiedad generalizada: cognición alta, rumiación persistente

Predominan preocupación difusa, hipervigilancia y dificultad para “soltar” el control. Lecturas: TAG y la pieza divulgativa “Tengo ansiedad sin motivo aparente”.

Plan: entrenamiento en detención de rumia y enfoque atencional (mindfulness), experimentos conductuales para probar predicciones de amenaza, exposición a la incertidumbre, fortalecimiento de valores y vida significativa (la salida no siempre es “pensar más”, sino vivir mejor).

5.3. Fobias específicas: evitación focal, activación situacional

Desencadenantes claros (alturas, volar, animales, etc.). Ver fobia simple o específica. Plan: exposición bien planificada, psicoeducación sobre sensaciones, práctica de regulación antes/durante el contacto con el estímulo.

5.4. Ansiedad social: cognición evaluativa, conductas de seguridad

Temor al juicio; conductas de seguridad (mirar al suelo, preparar guiones rígidos). Ver ansiedad (visión general) y contenidos afines del blog. Plan: exposición conductual + trabajo con creencias nucleares de valía, habilidades conversacionales y atención externa (de mía la tarea).

6) Dos viñetas clínicas extensas

6.1. “Laura”: conducir por autopista

Historia. Evita autopistas; usa carreteras secundarias aunque duplique el tiempo. Cognitivo: “Perderé el control”. Fisiológico: taquicardia, hormigueo en manos. Conductual: frenar en arcenes, llamar a alguien antes de entrar a un carril rápido.

Evaluación. Registros de pensamientos/sensaciones; línea base de frecuencia cardíaca; jerarquía de exposición (tramos cortos, tráfico bajo → entradas/salidas sencillas → incorporaciones complejas). Revisión de recursos: coherencia cardíaca + mindfulness.

Intervención. 1) Fisiológico: práctica diaria de respiración 5-5 (inhalar/exhalar en ritmo constante) 10 minutos. 2) Cognitivo: estimaciones previas/posteriores de peligro, experimentos conductuales (conducir 3 salidas con velocidad estable; anotar resultados). 3) Conductual: exposición interoceptiva (hiperventilación leve, giro en silla) para desensibilizar sensaciones; exposición en vivo a tramos graduados.

Curso. Semana 1–2: disminuye el miedo a las palpitaciones; Semana 3–4: bajan conductas de seguridad; Semana 5–6: mantiene trayectos completos sin paradas innecesarias. Si emergen recuerdos de un incidente vial, integrar sets de EMDR.

6.2. “Diego”: preocupación difusa y fatiga

Historia. Preocupación por múltiples temas (salud, trabajo, economía). Cognitivo: “si no lo controlo todo, pasará algo malo”. Fisiológico: tensión cervical, sueño ligero. Conductual: sobreplanificación, posponer decisiones por miedo a equivocarse.

Evaluación. Línea base de tiempo en rumia, registro de desencadenantes, identificación de reglas personales rígidas (“debo asegurar el 100%”). Lecturas de soporte: TAG, ansiedad “sin motivo”.

Intervención. 1) Cognitivo: distinguir problema real vs. preocupación hipotética; programar “ventanas de preocupación” y realizar experimentos (tomar una decisión con 80% de información). 2) Fisiológico: rutina breve de respiración coherente 2–3 veces al día; pausas somáticas guiadas. 3) Conductual: exposición a incertidumbre (delegar una tarea, enviar propuesta “suficientemente buena”), reforzando conducta valiosa.

Curso. Mejora subjetiva desde la semana 2; reducción de rumia medible; mayor tolerancia a la imperfección; más acción en valores.

7) Guía de trabajo personal por sistemas

7.1. Para el sistema cognitivo-subjetivo

  1. Diario de pensamientos: anota situación → pensamiento → emoción (0–100) → alternativa más ajustada. Apóyate en principios de TCC.

  2. Etiquetado emocional: cambia “estoy fatal” por “estoy ansioso (70/100), con miedo a equivocarme”. Poner nombre reduce la fusión cognitiva.

  3. Atención plena breve: 3 minutos de mindfulness (ancla en respiración y cuerpo). Introducción aquí: mindfulness.

7.2. Para el sistema fisiológico-vegetativo

  1. Respiración 5-5 (inhalar 5, exhalar 5) 10 minutos, 2 veces/día. Base en coherencia cardíaca.

  2. Escaneo corporal de 5–7 minutos para detectar microtensiones y liberarlas progresivamente.

  3. Exposición interoceptiva suave (p. ej., subir escaleras 2 min; notar latido sin “huir” del signo). Apoyo: extrasístoles.

7.3. Para el sistema conductual-motor

  1. Jerarquía 0–100 de situaciones evitadas; elige peldaños 30–50 para empezar.

  2. Prevención de conductas de seguridad: detecta y reduce una (p. ej., revisar 5 veces un mensaje).

  3. Ensayo conductual: simula conversaciones, presentaciones o pedidos de ayuda; luego, ejecútalo en contexto real.

8) Preguntas frecuentes

¿Por qué a veces pienso “estoy bien” pero el cuerpo se acelera?

Porque los sistemas pueden desincronizarse. El cuerpo puede anticipar o mantener una respuesta de alerta aunque cognitivamente creas que “no hay peligro”. Entrenar el sistema fisiológico (respiración, coherencia) ayuda a “convencer” al resto.

¿Y si hago exposición pero sigo notando síntomas?

Es normal que el fisiológico tarde más. Mantén la exposición con prevención de seguridad y añade regulación (respiración, mindfulness). El objetivo es que puedas hacer tu vida aunque algunas sensaciones aparezcan.

¿Cuándo conviene trabajar con memorias difíciles?

Si aparecen recuerdos que “secuestran” tu respuesta ansiosa, integrar un abordaje de reprocesamiento como EMDR puede ser determinante. Revisa su base neurobiológica y el Modelo PAI.

9) Recursos relacionados